viernes, 18 de enero de 2008

BARCELONA TE ESTOY QUERIENDO

Esta mañana costo trabajo levantarme, a diferencia de la mayoría de las veces que es imposible. Pero en realidad es una necesidad abrir los ojos, respirar profundo y empezar el día, sumergida en la carrera de ratas como lo describe Robert Quiyosaki en el conocido libro insignia para el que busca bettersellers de autoayuda, la verdad es que es la imperosa necesidad de vivir o sobrevivir como mejor lo identifiques mi estimado lector. Saliendo me reciben las dos torres de corte veneciano y la pileta central de plaza españa, mientras el reloj del hotel plaza me indica que si no corro al agujero del metro no llegare a tiempo para clases. quiero ver la luz, quiero verte barcelona, pero como todos en esta ciudad que carecemos de vehículo propio y que no contamos con tiempo suficiente pues el metro nos ofrece la maravillosa oportunidad de llegar just on time , pero sin la misericordia de poder apreciar los rayos solares durante el recorrido.

Podeis ir en Paz , pues aquí viene lo irónico por los pequeños laberintos subterraneos los hombres topos nos desplazamos como podemos entre cientos de personas que atraviezan los pasillos de la linea roja haciendo alianzas con el resto de coloridas lineas.Podria tener acceso a la luz solo basta con pasar mi desmoronada T2 zonas atraves de la rendija y pasar del mundo subterraneo del metro a la mixtura luz oscuridad de los ferrocarriles catalanes, me llevan en una mesedora eterna que me envuelve en la delicada niebla hacia el país del sueño rem, en la fase en la que no siento si estoy en cama o en transporte público.

Te quiero Barcelona desde Montjuic , ha la iglesia Santa Maria del mar , caminando por Barceloneta y tratando de recordar el aroma a océano pacifico que me regalaba Lima y que tu no te animas a darme, como si dentro del tratamiento de residuos y la limpieza pública de la ciudad incluyera deodorizar de brisa marina al Mediterraneo. Pues esta exquisita y delicada sutileza del mar cubre la playa artificial de la Vila Olimpica la cual pide a gritos despertar a la noche para descanzar del sol que invade casi todas las mañanas sus costas. Caminando por el parque Ciudatella me detengo en el arco del triunfo solo para sentirme asediada por la arquitectura de esta ciudad, tan antigua y moderna a al vez, tan elegante y deportiva como el museo olimpico. Tan imponente como sagrada familia y tan meticuloso como el propio Gaudi en el diseño del parque Güel, pero dare un respiro porque necesito recordar mi Lima gris y recordar que nada subjetivo se compara objetivamente y que la belleza de mi patria es única y que tengo que volverla a disfrutar pronto.

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